Llegar a un supermercado Plazas en Prados del Este y correr a buscar una botella de Whisky en el famoso bodegón, se convirtió para este cliente en toda una pesadilla. En vez de encontrar bebidas alcohólicas para levantarse el ánimo, al llegar al estante correspondiente a los whiskys, lo que se encontró fue una mezcla increíble de productos de quincallería, de belleza, y hasta champús para bebés.
Es que ya se está acabando la caña en los supermercados del país, y es por eso que este supermercado decidió rellenar los estantes de las bebidas alcohólicas con productos carísimos como pinturas para el cabello o enjuages,
Entre unos potes de leche condensada y unos cepillos de baño, había la preciada botella que buscaba, pero que no pudo comprar porque al llegar a la caja le dijeron que había aumentado el triple del precio de la última vez que la compró.
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