En las calles, cualquier cosa con ruedas puede servir a los ciudadanos para transportarse de un lugar a otro. La palabra "seguridad" no existe, y las personas se arriesgan a hacer cualquier cosa para desplazarse de la manera más fácil, sin importarles siquiera su propia vida.
Este ideo refleja lo que es hoy en día una situación común, unos venezolanos de "Clase media en positivo" que aprovechan la cola de un amigo, que ya tiene los asientos de su carro llenos, pero que le queda algo de espacio en la maleta para llevar a tres pasajeros más.
En un eventual accidente simple, como un pequeño choque frontal, todas estas personas podrían perder la vida, pero esto parece no afectarles el ánimo. Y es que deben agradecer estar con vida en un país que viola todos y cada uno de los derechos de sus ciudadanos.
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