Como todos sabemos, en Venezuela hay pocas señales o letreros en las calles que te indiquen dónde estas, y en el interior del país prácticamente no hay ninguno, pero incluso con el miedo a la inseguridad, bajé el vidrio y comencé a preguntarle a quien veía por el camino.
Al acercarme a las personas y bajar el vidrio del carro, casi siempre salían corriendo, probablemente porque pensaban que las secuestraría, o qué se yo. Lo cierto es que este joven no tuvo problemas en ayudarme, ya que estaba perdido.
Más me valía que no le preguntara que me ayudara a llegar a mi destino, ya que la respuesta fue más larga y complicada de lo que esperaba, y es que así somos los venezolanos cuando alguien nos pregunta una dirección. Por lo general la gente te dice, a la izquierda luego a la derecha y dos cuadras allá te vas siempre... y este caso fue más o menos igual. Si lo ven en el vídeo lo comprenderán!
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