Despierto y suelto una sonrisa al reconocer que estás,
siento la brisa de mi región y se enciende mi corazón.
Escucho el cantar de los pájaros y me recuerdan la fluidez de la naturaleza,
reconozco que elegí vivir en el medio de un paraíso el cual está ubicado en un hermoso país llamado Venezuela.
Y ante tanta riqueza, ¿Por qué entristecerse?
Si me ha sido heredada una hermosa cuna, un hermoso ejemplo, una gran oportunidad para vivir.
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